ANÁLISIS DE LOS PUNTOS DE INFLEXIÓN DE LOS FACTORES ESTRATEGICOS: “LA INFLUENCIA DE CHINA EN IBEROAMÉRICA”.
INTRODUCCIÓN
La República Popular de China profundiza en su “hoja de ruta” para aumentar su presencia en Iberoamérica, incrementando su influencia política y cultural en la región convirtiéndose en un modelo de referencia.
A continuación, detallamos los puntos estratégicos más destacados:
I- China es un gran consumidor de materias primas procedentes de Iberoamérica, superando a la Unión Europea como el segundo mayor socio comercial de Iberoamérica exceptuando a México. Provienen de Iberoamérica el 74% de la soja, el 68% del cobre, el 43% de la carne, el 22% del hierro y el 10% del petróleo.
II- Para asegurar el acceso a las materias primas, el gobierno chino ha tomado el control de parte de las cadenas de suministro iberoamericanos mediante la adquisición de derechos de extracción y comercialización de productos siendo la principal fuente de financiación para gobiernos como Venezuela, Ecuador o Argentina. Finalmente, han aumentado sus inversiones frente a los occidentales para tomar el control de activos estratégicos como empresas eléctricas, puertos e infraestructuras.
III- Dentro de la política aplicada y diseñada por China, el principal eje consiste en un mayor fortalecimiento político y cultural a través de la firma de asociaciones estratégicas con los principales gobiernos, así como, el fomento de intercambios culturales, científicos, tecnológicos y turísticos, y en este sentido, promoviendo la colaboración con los principales grupos de comunicación iberoamericanos, realizando encuentros con políticos, diplomáticos y comunicadores.
IV- La sociedad iberoamericana aún considera a los Estados Unidos y a Europa como los principales referentes democráticos. La opinión que se tiene de China en la zona ha mejorado significadamente en la última década. La pandemia otorgó a China una oportunidad para aumentar su influencia y proyectar su poder mediante la ayuda directa y la cooperación científica a través de la denominada como “diplomacia covid”.
1- FACTOR ECONÓMICO:
La relación entre China e Iberoamérica comenzó en la época del Imperio español cuando se inició el comercio de seda, té y porcelana chinas a cambio de plata hispanoamericana. Durante los siglos XVI, XVII Y XVIII, los puertos mexicanos, peruanos y brasileños se convirtieron en escalones intermedios de la ruta marítima entre Europa (España y Portugal) América y Asia siendo Manila y Macao los destinos más importantes. Las grandes guerras del siglo XX y la revolución china interrumpieron los vínculos comerciales entre las dos regiones, en el último cuarto de siglo. El desarrollo económico protagonizado por China convirtió a la potencia asiática en un gran consumidor de materias primas procedentes en gran medida de Iberoamérica.
En el año 2008, China publicó su primer documento estratégico conocido como “libro blanco”, enfocado a la política exterior en Latinoamérica y el Caribe con el fin de expandir sus intereses fijando catorce líneas de actuación estratégicas incluyendo:
– Incremento del comercio.
-Aumento de las inversiones chinas en materias primas.
-Infraestructuras y energía.
-Apoyo chino a la reducción de deuda pública de los gobiernos iberoamericanos
Desde el inicio de siglo, el comercio bilateral entre las dos regiones:
– Se ha multiplicado por 36.
– Firma de una alianza estratégica entre China y Brasil.
– Alianza con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
– Alianza con el Foro China – Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)
– En 2018 invita a las naciones iberoamericanas a formar parte de su “Iniciativa de la Franja y de la Ruta” (Belt Road Initiative) y a la que se han adherido veinte países de la región: Panamá, Antigua y Barbuda, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guyana, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela, Barbados, Jamaica y Argentina.
– En la actualidad con 430.000 millones de dólares de intercambio, China ha superado a la Unión Europea como el segundo mayor socio comercial de las naciones iberoamericanos, después de los Estados Unidos, al mismo tiempo que es el mayor acreedor de la región.
– La inversión china en infraestructuras supera los 10.000 millones de dólares sumando los 200 proyectos energéticos y de transporte, puertos, ferrocarriles o aeropuertos financiados mediante créditos a los estados y la inversión directa de empresas chinas.
-La inversión china en Iberoamérica en todos los sectores productivos ha alcanzado los 300.000 millones de dólares entre el año 2000 y el año 2022.
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