INTRODUCCION
Con relación al futuro del Kurdistán iraquí, se remite la siguiente valoración.

ANÁLISIS
Según la constitución iraquí aprobada en 2005 tras el régimen de Saddam Hussein, se establece la creación de una entidad federativa conocida como la Región del Kurdistán con su capital en Erbil. Actualmente ocupa el territorio una superficie de alrededor 40.000 km2, algo superior a la suma de las Comunidades Autónomas de Cataluña y Baleares, con fronteras al norte con Turquía, al este con Irán y al oeste con Siria, reflejando la importancia geoestratégica del territorio. Su población de aproximadamente 8 millones de habitantes es en su mayoría kurda, lo que la diferencia del resto del país que es de mayoría árabe.

Económicamente, la región posee importantes yacimientos petrolíferos y otros recursos minerales, además de disponer de mejores recursos acuíferos que otras zonas de Irak por su relieve montañoso que favorece las precipitaciones. Hoy en día el Kurdistán es la región de Irak con menor tasa de pobreza.

Históricamente, los kurdos, pueblo de origen iranio repartido en diferentes países de Oriente Medio, ha buscado la formación de un estado propio, lo cual le ha llevado a enfrentarse a los diferentes países de la región. En el caso de Irak, las relaciones con Bagdad han pasado por momentos de gran tensión y violencia. Actualmente, Irak reconoce una amplia autonomía a los kurdos, lo que les ha permitido además de tener un gobierno autónomo, a ampliar en parte su territorio y a disponer, a través de milicias organizadas, de unas capacidades militares independientes. También es interesante destacar que en la constitución iraquí se permite al Kurdistán llevar a cabo una política exterior propia.

A pesar de los extensos poderes de autogobierno que dispone Erbil, que en buena medida llevan a considerar al Kurdistán iraquí independiente de facto, la posibilidad de una independencia total de Irak se ha encontrado con una fuerte resistencia de Bagdad. El resultado del referéndum de 2017, en el que el apoyo a la independencia fue abrumador, se topó con la reacción negativa del Gobierno Federal de Irak, la intervención de los militares y la pérdida de territorios para el Kurdistán, entre ellos la estratégica área de Kirkuk rica en hidrocarburos.

CONCLUSIÓN
El sistema objeto de estudio es muy estable ya que viene determinado por variables altamente influyentes y poco influenciables como son el permanente deseo kurdo de independencia, la capacidad militar propia que le otorgan las milicias peshmerga y la presencia en su territorio de recursos naturales.

No obstante, la fuerte oposición de Irak y de los países vecinos, que en su conjunto superan ampliamente las capacidades kurdas, hacen altamente improbable que el Kurdistán sea de “iure” una nación independiente. A pesar de ello, los kurdos seguirán profundizando su autonomía, por lo que de cara a la estabilidad de Irak en su conjunto, convendrá a ambas partes mantener un canal abierto de negociación y diálogo político.