- INTRODUCCIÓN
En relación con la importancia geoestratégica y geopolítica de las islas salvajes, se remite la siguiente valoración.
- ANÁLISIS
Situada entre las islas Canarias a una distancia de 165 kilómetros y Madeira a 280 kilómetros, el archipiélago es administrativamente parte de Portugal, dentro de la Región Autónoma de Madeira. Su superficie equivale a tan solo 2,73 km2.
Según las fuentes portuguesas, las Islas Salvajes fueron descubiertas en el siglo XIV, sin embargo, su reducida superficie, la escasez de recursos hídricos y de suelo cultivable sumado a los peligrosos arrecifes, impidieron el establecimiento de asentamientos humanos.
Según las fuentes castellanas, con la conquista de Canarias, los navíos castellanos hicieron acto de presencia en las islas, encontrándose con los mismos desafíos y sin hacer una toma de posesión oficial del territorio, dando por sentado que su mayor cercanía a Canarias las hacía parte de ellas.
La posesión de este archipiélago ha sido un asunto espinoso para las relaciones entre España y Portugal. En 1938, la Comisión Permanente de Derecho Marítimo Internacional dictaminó finalmente a favor de Portugal sobre la soberanía del territorio insular. Cabe resaltar que España, sumida en ese momento en una guerra civil, no pudo presentar una defensa firme de sus intereses.
Finalmente, la soberanía terrestre portuguesa fue reconocida por el Gobierno español en 1997 durante las negociaciones para definir el perímetro de seguridad del flanco sur de la OTAN.
A pesar de cerrar esta situación comprometida para ambas naciones ibéricas, la delimitación de las aguas todavía no se ha concluido satisfactoriamente. Hay que destacar que ha habido algunos incidentes menores entre españoles y portugueses, principalmente por el apresamiento de buques pesqueros con pabellón español o por vuelos a baja cota del Ejército del Aire español cerca de las islas.
En este sentido, y en relación también con la importancia geoestratégica de Canarias para España, las Islas Salvajes suponen principalmente para Portugal un trampolín para reclamar su Zona Económica Exclusiva (ZEE), que le otorgaría 200 millas alrededor de la costa para su posterior explotación económica de los recursos naturales existentes como la pesca, u otros que podrían descubrirse como minerales raros o hidrocarburos.
Sin embargo, existen desafíos para la explotación del territorio. En primer lugar, la falta de habitabilidad del territorio obliga a Lisboa a desembolsar una importante cantidad de recursos para transformar estos islotes deshabitados en islas habitables que permitan jurídicamente explotar su ZEE. No obstante, el mayor desafío podría ser el medioambiental, ya que las islas son el área marina más protegida y más grande del Atlántico Norte con 2.677 kilómetros cuadrados.
- CONCLUSIONES
El sistema objeto de estudio es inestable, donde la variable determinante es la constitución de una población estable en las Islas Salvajes que le permitirá a Portugal conseguir su ZEE en el archipiélago. Este objetivo, estratégico, es de esperar que será defendido con tenacidad por el gobierno portugués. Sin embargo, existe una variable de riesgo altamente probable para la consecución lusa de dicho objetivo, que es el marco jurídico de la protección medioambiental del archipiélago y las decisiones a nivel internacional que podrían condicionar fuertemente la implementación de los proyectos de Lisboa.
Con respecto a las reclamaciones españolas, ahora centradas en las aguas, son una variable de negociación entre Madrid y Lisboa, pero no suponen ser determinantes para el sistema de estudio, sobre todo teniendo en cuenta que Madrid tiene otra reclamación abierta con Marruecos por la explotación de la ZEE de Canarias, que será determinante en las relaciones futuras de ambos actores.
El escenario mas positivo desde el punto de vista geopolítico y geoestratégico para España y Portugal podría ser profundizar el concepto de “cosoberanía” en las Islas Salvajes, como inicio y muestra de un futuro común y deseable para ambas naciones.