- INTRODUCCIÓN
En relación a la posibilidad de conflicto por los recursos marinos británicos, se remite la siguiente valoración.
- ANÁLISIS
La plataforma continental británica, con una superficie superior a los 700.000 km2 supone más del doble del territorio del Reino Unido. Siendo una nación insular con 12.000 km de costa, el control de las rutas y recursos marinos es fundamental para el país. Este hecho está demostrado históricamente por la importancia que la marina comercial y militar ha tenido para Londres.
Las aguas británicas contienen importantes recursos en hidrocarburos y pesqueros. Cabe resaltar que Reino Unido ha sido durante años autosuficiente en materia energética gracias a las reservas de petróleo y gas en el Mar del Norte, fomentándose a su vez un fuerte desarrollo tecnológico con gran valor añadido de las empresas británicas para operar en un entorno tan difícil por el clima y la necesidad de perforar en el lecho marino. Hoy en día, aunque la producción de hidrocarburos es paulatinamente menor, se abren otras posibilidades importantes con el desarrollo de fuentes de energía renovables en la zona.
No obstante, es el sector pesquero el que a corto plazo puede causar tensiones con sus vecinos europeos tras la consumación del Brexit. Hay que tener en cuenta que con el acceso a la UE, las flotas pesqueras de otras naciones europeas obtuvieron el derecho a faenar en aguas británicas. Hoy en día la flota pesquera francesa realiza el 75% de sus capturas en estas aguas, o Bélgica con un 54% de sus capturas especialmente de las especies más valiosas. En este sentido, el Reino Unido aboga, en un posible acuerdo con la UE, por modificar el actual status quo, otorgando una cuota mayor a su flota pesquera, situación que choca con los intereses de otros actores como Francia. Con el precedente histórico de la llamada “guerra del bacalao” que sostuvo en los años 50 y 70 Reino Unido e Islandia, es posible prever una fuerte tensión si no se llega a un acuerdo definitivo.
Por otro lado, otro aspecto a considerar es la posible inestabilidad política en Escocia y la organización de un nuevo referéndum, derivado del deseo de parte de su población de abandonar el Reino Unido. En este caso, es importante resaltar que la mayor parte de los recursos de hidrocarburos o pesqueros británicos están en aguas cercanas a Escocia.
CONCLUSIÓN
La principal variable de riesgo es el despliegue de fuerzas navales y la posibilidad de incidentes en alta mar, al estilo de la ya citada “guerra del bacalao”. No obstante, el sistema objeto de estudio es relativamente estable, ya que viene condicionado por la necesidad tanto de Reino Unido como de la UE de alcanzar un acuerdo general que regule sus relaciones comerciales. En este sentido, la pesca es tan solo una parte de ese acuerdo. Por otro lado, los nuevos estándares de protección ecológica, la reducción de la producción de hidrocarburos y las posibilidades de desarrollo de proyectos de energías renovables, harán que este sector cobre cada vez más importancia.
De cara al futuro, a pesar de la estabilidad del sistema, es de prever tensión entre el Reino Unido y otras naciones europeas con los derechos de pesca como motivo principal.