Publicado el 20 marzo, 2018 a las 17:30 por Fesei

TATARSTÁN. ¿MODELO DE CONVIVENCIA CONFESIONAL?

  1. INTRODUCCIÓN

En relación con la convivencia confesional que se vive en Tatarstán, Federación Rusa, se remite la siguiente valoración.

 

  1. ANÁLISIS

Tatarstán es una república dentro de la Federación Rusa, con capital en Kazán, que se autodefine como multiétnica con dos idiomas oficiales, el tártaro y el ruso. Un 43.3% de su población es rusa, cristiana ortodoxa y el 48.5% es tártara y musulmana sunní.

Los tártaros, antes conocidos como búlgaros, son un pueblo turcomano que conforman la minoría étnica más grande de Rusia, y la componen más de cinco millones de personas. Relacionados con los mongoles, la cúspide de su poder vino con el sometimiento de los principados rusos en el periodo medieval de la Horda de Oro. Más tarde, tras la batalla de Kulikovo, que supuso el principio del fin del dominio tártaro, y sobre todo tras la toma de Kazán por Iván El Terrible en 1552, sobrevino el dominio ruso, que se ha mantenido desde entonces. A pesar de haber vivido juntos durante siglos y de un fuerte proceso de mestizaje, las diferentes identidades culturales de rusos y tártaros se han mantenido.

Tras la caída del régimen comunista, Tatarstán declaró su soberanía, buscando el diálogo con Moscú. Este proceso, ha culminado en uno de los mayores grados de autonomía dentro de la Federación Rusa. Hoy en día las élites locales tártaras dominan el gobierno de la república y controlan el poder económico, siendo las demandas tártaras más identitarias, que políticas o económicas, para contrarrestar la preponderancia del idioma y la cultura rusa.

Este posible foco de conflicto, no obstante, se desarrolla dentro de un marco económico favorable, siendo Tatarstán uno de los territorios más ricos y desarrollados de Rusia. A este desarrollo económico contribuyen sus depósitos de petróleo, su importante base industrial, la estabilidad institucional y las crecientes inversiones extranjeras, que cuentan con el apoyo tanto del Gobierno central como el regional.

A pesar de las tensiones que en ocasiones suceden entre el Gobierno central y el regional, o entre las distintas sensibilidades de sus habitantes, la apuesta por el diálogo para resolver las diferencias, representa una gran diferencia en relación con la violencia e inestabilidad de otras regiones con aspiraciones autonomistas e incluso independentistas dentro de Rusia. Por esta ausencia, en general de violencia, Tatarstán es también considerado como un modelo en la gestión de la convivencia entre las diferentes religiones. Este hecho se ve ilustrado en el kremlin de la ciudad (la zona amurallada), donde conviven la mezquita Qul-Sharif, una de las más grandes de Europa, y la Catedral de la Anunciación.

 

  1. CONCLUSIÓN

Estamos ante un sistema objeto de estudio que es inestable. La variable determinante son las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas de sus habitantes. Existen variables de riesgo, siendo las principales las relacionadas con la estabilidad política a nivel local y central, que tienen una fuerte influencia en el desarrollo económico y la ausencia de violencia. En este sentido […]

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