La política exterior de Estados Unidos a medio plazo tiene tres objetivos principales:
1-Asegurar su hegemonía en todo el continente americano, priorizando las “dos Américas”.
2-Llegar al acuerdo definitivo con Rusia sobre Ucrania, asegurando la existencia de Israel junto con su consolidación territorial en Oriente Medio.
3-Una vez resueltos los conflictos, evitar que aparezcan competidores geopolíticos que amenacen su hegemonía global, enfocándose principalmente y dirigiendo toda su atención en la región de Asia-Pacífico.
Los actores en las relaciones internacionales se motivan por sus intereses y por sus valores. En este sentido, una vez consolidado el dominio militar en la crisis abierta el 7 de octubre, por parte de Israel, los intereses de EEUU y Rusia convergen en el área.
Tanto la influencia de la élite financiera de origen judío en Estados Unidos y Rusia, la cosmovisión judeocristiana común, siguen teniendo un importante peso e influencia política. En el estado de Israel el 15% de la población es de origen judío ruso y de la esfera postsoviética.
Con este marco, es de prever el mantenimiento de la influencia de Estados Unidos, y a la vez, una cesión geopolítica a Rusia en esta área de interés geoestratégico.
En este último caso, a medida que disminuye el papel americano en la región, y ante la creciente inestabilidad y violencia que rodea a Israel, Rusia es una de las pocas opciones reales capaces de ayudar a Israel en materia de seguridad. Rusia seguirá manteniendo sus bases en la nueva “Siria acordada”…..Más información: secretaria@fesei.org.


