1. INTRODUCCIÓN
En relación con la insurgencia islamista en Mozambique, se remite la siguiente valoración.
2. ANÁLISIS
Situado en el sur de África y antigua colonia portuguesa, Mozambique alcanzó su independencia en 1975. La huida de la población portuguesa y la guerra civil afectaron seriamente a la economía nacional situándolo como uno de los países menos desarrollados de la región. No obstante, desde hace relativamente poco tiempo, se ha descubierto en el país grandes yacimientos de gas natural. Este hecho ha permitido a Mozambique recibir ingentes cantidades de inversiones extranjeras que han alimentado un crecimiento económico siempre superior al 3% PIB en los últimos años.
A pesar de este marco positivo de crecimiento económico, Mozambique aún padece serios problemas estructurales derivados de la corrupción, pobreza y fuertes desigualdades sociales. En este sentido, en el norte del país, fronterizo con Tanzania y con una fuerte presencia de población musulmana, se ha desarrollado desde 2017 un movimiento extremista islámico que con sus acciones violentas busca desacreditar al Estado Central. Dentro de los diferentes grupos rebeldes, Ansar Al Sunna es el más activo. No obstante, todos ellos siguen una interpretación rigorista del islam, con una fuerte orientación anti occidental y de abierta hostilidad hacia el cristianismo, religión mayoritaria de Mozambique. Precisamente en esta región, frente a las costas de la provincia de Cabo Delgado, se encuentra el mayor campo gasífero “offshore” del mundo, donde se han realizado inversiones de hasta 60 billones de dólares.
La evolución de la situación de seguridad ha sido negativa para el Gobierno de Maputo, sumándose ya más de 1000 fallecidos por la violencia y más de 100.000 desplazados. Las Fuerzas de Seguridad mozambiqueñas no están demostrando gran eficacia en la lucha contra estos grupos armados. La llegada de compañías militares privadas, tanto de ex miembros de la ya desaparecida norteamericana “Blackwater” o de la rusa “Wagner” tampoco ha servido para detener una guerrilla que se apoya en una población local empobrecida, que no ha visto hasta ahora los beneficios de las inversiones en el sector gasífero.
En cualquier caso, el grado de violencia de los insurgentes podría hacer que se generase rechazo en la población civil hacia ellos. El ejemplo más claro es la matanza cometida hace dos semanas, el 7/4/2020, donde 52 habitantes del poblado de Xitaxi fueron asesinados por no querer unirse a los extremistas.
3. CONCLUSIÓN
El sistema objeto de estudio es inestable. Las variables que determinan este sistema son por un lado, los enormes recursos gasíferos del país, cuya eficiente explotación podría aumentar notablemente el nivel de vida en Mozambique y que, sin embargo, se ve lastrada por otra variable determinante que es la corrupción generalizada. Sin embargo, existen importantes factores de riesgo afectando al sistema. La pobreza de grandes segmentos de la población actúa como motor de otras variables, lo que genera más violencia y la perpetuación de la falta de desarrollo.
Ante este escenario es recomendable emprender una estrategia de desarrollo económico y social regional de cara a aumentar la calidad de vida y reducir la pobreza. Estas medidas deben aplicarse en conjunto con una reestructuración y mejora de las capacidades de las Fuerzas de Seguridad. Finalmente, pero no menos importante, es fundamental mejorar la relación política con Tanzania, actor clave en este sistema de estudio, y que permitiría aumentar el control y la seguridad fronteriza.